Durante la pandemia aumentan las adicciones y la inseguridad: se multiplican puntos de venta

El corredor del vicio que abarca desde San Gabriel hasta Chiautempan crece aún durante la emergencia sanitaria. Desde antes de se declarara la presencia del Covid- 19 fue clausurado conocido negocio de micheladas ubicado en la zona denominada manantiales ubicada en la demarcación de San Gabriel Cuauhtla, zona donde en distintas fechas a pocos metros del antro referido fueron asesinadas dos personas.

Hasta la fecha el lugar permanece cerrado y custodiado por una patrulla de la policía municipal.

Lo curioso es que no disminuyó el índice delictivo ni el consumo de bebidas alcohólicas por la clausura, ya que como ocurre ante estas situaciones los negocios aledaños tomaron el control del jugoso mercado y ante tal demanda se han establecido más negocios del ramo; ya se espera con vehemente ansiedad la próxima apertura de un nuevo centro de vicio dirigido a la juventud justo frente al negocio que hasta hoy se encuentra clausurado y custodiado; tal parece que los policías desconocen el motivo de que monten guardia plácidamente en su patrulla mientras llega su quincena: tal vez ninguno tenga hijos susceptibles de ser enganchados por los vicios; este nivel de simulación no concuerda con las declaraciones que los voceros y aduladores del Gobernador expelieron públicamente durante la reciente visita del Presidente a Tlaxcala.


Resulta paradójico constatar cómo las autoridades municipales (alguno con descendencia directa transitando por costosas clínicas de rehabilitación por consumo de sustancias) se dieron a la tarea de cerrar pequeños negocios que representaban el único sustento de muchas familias condenándoles a una precaria supervivencia y en contraste han permitido que estos negocios que operan casi las 24 horas del día vendiendo alcohol y cerveza, no tengan ningún tipo de restricción para su apertura.

Queda claro que Tlaxcala además de insegura se ha convertido en un imperio del vicio donde muchos están coludidos. La muestra más reciente la constituye el aseguramiento de una patrulla de la comunidad de San Gabriel Cuauhtla cuyo conductor Silvino N. de 39 años fue detenido la medianoche del martes 17 de junio cuando en estado de ebriedad agredió a los elementos de la policía municipal lo que originó su detención.

Esta es una situación que duele, lastima profundamente, pues mientras muchos héroes anónimos exponen sus vidas en los hospitales para tratar de salvar la de aquellos que han tenido la mala fortuna de ser contagiados por el virus que asola a todo el mundo, los apetitos desbordados de unos cuantos en su afán de dinero se solazan en fomentar mediante sus nefastas prácticas que lo más valioso de la sociedad, los jóvenes se hundan en los vicios generando mayor descomposición social; el horizonte no parece muy halagador, pues aunque se cuenta con asociaciones de autoayuda sin afán de lucro como Alcohólicos Anónimos, grupos tradicionales de hora y media, considerados ya durante 85 años como el método más efectivo para superar las adicciones además de otros centros especializados para los narcodependientes, no existen suficientes en el estado, además igual que ocurre con el Covid- 19, la gente común no cree que ambos Alcoholismo y virus, sean enfermedades