San José: La fecha de entrega expiró, la restauración no se hizo, más de 20 millones se esfumaron. INAH no informa

El Fondo Nacional de Desastres Naturales –Fonden- prometió por medio del INAH que los trabajos de restauración de la parroquia del S. XVIII quedarían concluidos a mediados de 2020, para lo que se le asignaron 12.7 millones para ser aplicados entre finales de 1997 –año del sismo- a 1998. Para 2019 se asignaron 9 millones 320 mil pesos y a la fecha únicamente se puede apreciar la débil actividad de tres trabajadores subiendo ladrillos por la parte posterior de este importante centro religioso de la fe católica que forma parte del trazo original de la ciudadela novohispana.

Desde hace más de un año en que el arquitecto Armando Moreschi del INAH publicó en redes varios vídeos ensoñadores para acallar a la feligresía, poco avance se ha registrado.

De igual manera, hace más de un año entregamos en la Cancillería del Obispado un lote de fotografía aérea que documenta los daños causados por el sismo del 19 de septiembre de 1017, con la intención de informar de manera gráfica la magnitud de las fracturas así como la valoración real con respecto a la aplicación de la millonaria inversión, considerando que ningún perito de la Diócesis, incluido quien tenga a su cargo la Comisión de Arte Sacro ha subido a la parte alta del citado templo para constatar el deterioro; pasado un año nos queda claro que bloquearon la información gráfica o al señor Obispo le importa un bledo.

Desde hace unos días puede apreciarse a unos cuantos trabajadores subiendo ladrillos hacia la zona del tambor de la cúpula central de la parroquia de San José, como un débil intento de simulación del enorme trabajo que representa la reparación de los daños que sufrió este edificio antaño sede Catedralicia de Tlaxcala; la sospecha estriba en que comiencen a rehacer la linterna que remataba la cúpula o cimborrio, para rehacer su antigua estética, lo cual representa además de un gran espectáculo, un gran riesgo intrínseco para los escasos trabajadores, por la altura y el riesgo de que la cúpula colapse.

No vale la pena arriesgar más vidas durante la presente pandemia, sería mejor que entreguen cuentas a la feligresía que mantiene viva su fe pero que ya no tolera engaños