Chocoflan es un lomito que se robó la atención en la celebración de San Antonio de Abad en la parroquia de San José. Este cariñoso y atento perro no dudó en asistir a la misa especial para recibir la bendición.
Lo que llamó la atención de todos fue que Chocoflan entró solo al altar, donde saludó de manera cariñosa y amigable a cada uno de los perritos que estaban presentes. Luego, se sentó pacientemente a escuchar la misa y esperar su turno para recibir la bendición.
La presencia de Chocoflan en la iglesia fue un momento emotivo y conmovedor para todos los presentes. Su comportamiento ejemplar y su devoción demostraron que los animales también pueden tener una conexión profunda con la fe y la espiritualidad.




