La administración de la alcaldesa de Tlaxco, Diana Torrejón Rodríguez, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán debido a una serie de incidentes que evidencian una estrategia fallida en materia de seguridad pública y comunicación social. La alcaldesa ha sido acusada de recurrir al engaño y la desinformación para ocultar la ineficacia de sus políticas, generando una profunda desconfianza entre los ciudadanos.
Uno de los casos más recientes que ha generado controversia es la detención de dos personas, presentada por la presidenta como un “duro golpe a la delincuencia”. Sin embargo, se descubrió que la detención también existían dos personas más detenidas y un vehículo asegurado por personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), lo que provocó que la puerta a disposición de dilatará más de 20 horas.
La información precoz fue difundida por el área de comunicación social del ayuntamiento y respaldada por el director de la policía municipal, Francisco Javier Carreto Gámez, ambos bajo las órdenes de Torrejón Rodríguez.
Otro incidente que ha dañado la imagen de la alcaldesa fue la difusión de información falsa sobre un operativo realizado por autoridades estatales y federales en la comunidad de Las Vigas. La alcaldesa informó en un boletín oficial y en la página oficial del ayuntamiento que la policía municipal había participado en el operativo, lo cual fue desmentido posteriormente, lo que obligó al ayuntamiento a emitir una aclaración.
Estos incidentes han generado una creciente preocupación entre los ciudadanos de Tlaxco, quienes ven con desconfianza la gestión de Torrejón Rodríguez en materia de seguridad y comunicación. La falta de transparencia y la difusión de información falsa han erosionado la credibilidad de la administración municipal, generando un clima de incertidumbre y descontento.
Ante esta situación, diversos sectores de la sociedad han exigido a la alcaldesa Diana Torrejón Rodríguez que asuma su responsabilidad y reconozca la ineficacia de su estrategia. Se le insta a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de los ciudadanos, fortalecer la transparencia en la gestión municipal y establecer canales de comunicación confiables y eficientes.
La credibilidad de la alcaldesa se encuentra en entredicho, y la ciudadanía demanda acciones concretas y resultados tangibles que garanticen su seguridad y bienestar. La desinformación y el engaño no son el camino para construir un municipio seguro y próspero.
