Por: Jesús Lemus
La versión extraoficial de un agente de la DEA señala que ante la posibilidad de que Ismael Zambada García, “El Mayo”, sea repatriado a México, el gobierno norteamericano no quiere quedarse al margen del conocimiento de las operaciones que ha hecho en los últimos años el Cártel de Sinaloa, de la fracción de El Mayo
La Guerra en Sinaloa podría terminar pronto, Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco”, está negociando su entrega a la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos, la DEA. Dicha entrega podría ocurrir en los próximos días, según fuentes de Centro Nacional de Inteligencia (CNI) del gobierno Mexicano.
La versión de la entrega del heredero de El Mayo Zambada a la justicia norteamericana, también se sabe entre funcionarios de campo de la DEA, en Estados Unidos, desde donde se ha confirmado que sí existen negociaciones entre la DEA y “El Mayito Flaco”, para una entrega.
Según fuentes de la DEA, las negociaciones del Mayito Flaco para entregarse habrían sido gestionadas por otro de los hijos de El Mayo Zambada, Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, quien desde hace años es testigo protegido del gobierno norteamericano.
La versión extraoficial de un agente de la DEA señala que ante la posibilidad de que Ismael Zambada García, “El Mayo”, sea repatriado a México, el gobierno norteamericano no quiere quedarse al margen del conocimiento de las operaciones que ha hecho en los últimos años el Cártel de Sinaloa, de la fracción de El Mayo.
Por eso se extendió la oferta, para que “El Mayito Flaco” se entregue a la autoridad norteamericana, bajo la figura de Testigo Protegido, a fin de suplir la fuente informativa que significa El Mayo Zambada con relación a las investigaciones que lleva a cabo la DEA y la Fiscalía de Estados Unidos respecto a diversos actores criminales ligados entre el narcotráfico y la clase gobernante.
La repatriación de “El Mayo”, un hecho
En Estados Unidos se considera como hecho la próxima repatriación a México de Ismael Zambada García, “El Mayo”. Según una fuente de la DEA, el gobierno norteamericano se encuentra muy complacido por la pasada entrega de 29 narcos de importancia, que de no haber sido entregados por una orden ejecutiva, nunca hubiesen sido extraditados por orden judicial, dada la corrupción de los jueces mexicanos.
Aun cuando no existe una fecha ni siquiera tentativa para que Ismael Zambada García sea retornado a México, por petición del gobierno mexicano, con la intención de que sea investigado y procesado penalmente -por delitos de narcotráfico, lavado de dinero y delincuencia organizada- en Estados Unidos se sabe que ya comenzaron a correr los tramites interno para su pronta repatriación.
Ante ese escenario, el gobierno de Estados Unidos perdería la oportunidad que les fue propuesta por el propio Ismael Zambada García, cuando negoció su entrega para ser Testigo Protegido, para informar sobre las relaciones de complicidad que existen en México, entre miembros del Cártel de Sinaloa y políticos de la elite gobernante, de por lo menos los últimos dos sexenios y de la actual administración federal.
Se debe recordar que desde los juicios penales en contra de Genaro García Luna, ex secretario federal de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón, y de Joaquín Guzmán Loera, ex líder del Cártel de Sinaloa, el gobierno de Estados Unidos estableció la tesis de la narco sociedad que gobernaba en México.
El mismo presidente Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, han referido en diversas ocasiones sus convicciones de que en México los jefes de los principales cárteles de las drogas se encuentran incrustados en el poder público, refiriendo que algunos presidentes mexicanos “están en el bolsillo de los narcos”.
Necesitan un “dedo” desde el Cártel
Ante la convicción de que un grupo importante de funcionarios públicos de peso -en este y en pasados gobiernos federales-, se coludieron con el Narco, el gobierno de Estados Unidos busca un testigo que desde adentro del Cártel de Sinaloa pueda señalar con índice de fuego y sostener dichas relaciones.
Ese testigo en un momento determinado se ofreció a ser Ismael Zambada García. Sin embargo, el jefe del Cártel de Sinaloa cambio de opinión una vez que estuvo en suelo norteamericano. No se sabe por qué, pero aludiendo a que fue secuestrado y llevado contra su voluntad, El Mayo Zambada rompió relaciones con la DEA.
Desde entonces El Mayo Zambada inicio una estrategia legal para ser repatriado a México, bajo el argumento de que, si era procesado penalmente en Estados Unidos, su destino terminaría siendo el de la Pena de Muerte. Por ello reclamó públicamente la intervención diplomática del gobierno mexicano, para que se le repatriara.
Bajo ese reclamo, por instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum y las gestiones del fiscal general Alejandro Gertz Manero, el gobierno de México ya solicitó formalmente en cuatro ocasiones la repatriación de Ismael Zambada García.
Ahora ante la posibilidad real de que El Mayo sea repatriado, la DEA ya comenzó gestiones para que el heredero criminal de Ismael Zambada García y líder de la fracción de Los Mayos, Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco” se entregue a la DEA para que sea informante.
Consecuencias necesarias
Según fuentes consultadas al interior del CNI del gobierno mexicano, las negociaciones entre la DEA e Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco”, para que este se convierta en Testigo Protegido, habrían iniciado días después apenas Ismael Zambada García, “El Mayo”, pidió en una carta al gobierno mexicano ser repatriado.
El gestor de la negociación sería otro de los hijos de “El Mayo”, Vicente Zambada Niebla, quien se encuentra bajo amenaza del gobierno norteamericano de perder privilegios como Testigo Protegido, si no concreta la entrega de su medio hermano, “El mayito Flaco”, luego que la negociación con “El Mayo”, en ese mismo sentido, fracaso.
De darse la entrega próxima de “El Mayito Flaco” a la justicia norteamericana, la primera consecuencia directa sería el cese inmediato de la Guerra de Sinaloa, en donde la fracción de Los Mayos, que lidera “El Mayito Flaco”, mantiene encendida la violencia en en el norte del país, al continuar guerreando con la fracción de Los Chapitos.
La otra consecuencia inevitable sería la integración de investigaciones sólidas en contra de funcionarios del gobierno federal del actual régimen de la Cuarta Transformación, señalados por capos menores de estar coludidos con miembros del crimen organizado, principalmente del Cártel de Sinaloa.
Con la entrega de “El Mayito Flaco”, uno de eso funcionarios que tendrían una investigación robusta en su contra, por sus relaciones con el Cártel de Sinaloa, sería el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, uno de los actuales políticos más protegidos por el régimen instituido de Andrés Manuel López Obrador.
