Las víctimas claman justicia y denuncian años de abusos encubiertos bajo el poder político de su padre.
Un nuevo escándalo sacude el ámbito político y empresarial de Huamantla: Iván Aguilar, hijo del diputado federal Alejandro Aguilar López, ha sido señalado por múltiples mujeres por presunto acoso sexual y laboral, así como por comportamientos violentos y humillantes dentro de sus negocios.
Trabajadoras que han laborado con él durante años —y que han decidido mantener el anonimato por miedo a represalias— han levantado la voz tras soportar en silencio lo que describen como un auténtico infierno. “Nos grita, nos humilla, nos toma fotos sin permiso y manda mensajes obscenos por WhatsApp y redes sociales. Si nos atrevemos a decir algo, la amenaza es clara: despido inmediato y sin un peso de liquidación”, relató una de las afectadas, visiblemente angustiada.
Según las denuncias, el acoso va desde comentarios lascivos y tocamientos no consentidos, hasta la invasión de la privacidad con la toma de fotografías inapropiadas dentro del lugar de trabajo. El terror, aseguran, se ha vuelto parte de su jornada laboral.
Pero los abusos no se limitan al ámbito laboral. Las denunciantes también revelan una faceta aún más oscura del hijo del legislador: violencia doméstica. Según testimonios, Iván ha agredido físicamente a su esposa en repetidas ocasiones, actos que supuestamente han sido encubiertos por su influyente padre, el diputado federal Alejandro Aguilar.
“No es la primera vez que este hombre se ve envuelto en escándalos. Años atrás, fue protagonista de un accidente vial en el que, según testigos, conducía en aparente estado de ebriedad. Y como siempre, todo quedó en la impunidad gracias a la intervención de su poderoso padre”, comentó un ciudadano indignado.
Las víctimas, hartas del silencio impuesto por el miedo y la protección política que rodea a Iván Aguilar, han comenzado a buscar asesoría legal. Aseguran que de no haber respuesta inmediata por parte de las autoridades, llevarán el caso hasta las últimas consecuencias.
“Ya basta de encubrimientos. Esto no puede seguir así. Si no nos escuchan, saldremos a las calles. No tenemos miedo”, sentenció otra denunciante.
El pueblo de Huamantla exige justicia, mientras crece la indignación por este nuevo capítulo de presunto abuso y corrupción que mancha el nombre de una familia ligada al poder.
