La noche del 4 de abril, en el barrio de #Tlaltepango, una turba de más de 70 personas intentó hacer justicia por su cuenta contra hombres acusados de intentar secuestrar a una niña. La situación escaló rápidamente, poniendo en riesgo la vida de los señalados.
El #EjércitoMexicano actuó con rapidez para calmar los ánimos. Los militares rescataron a los presuntos responsables, brindaron seguridad en la zona y los entregaron a la Policía Municipal y Estatal, evitando un desenlace fatal. La intervención fue clave para controlar el caos.
La furia de los vecinos no se detuvo ahí. Una camioneta, que según ellos pertenecía a los acusados, terminó vandalizada e incendiada en medio de la indignación. El incidente refleja el hartazgo social ante la delincuencia en la región.
Este caso se suma a la reciente ola de violencia en #Tlaxcala. Apenas tres días antes, en #Nativitas, otro presunto delincuente fue linchado por un caso similar de secuestro de una menor. Las autoridades enfrentan el reto de garantizar justicia y seguridad ante estas reacciones extremas.
