Por: Alberto Amaro
Mientras la alcaldesa Blanca Angulo Meneses presumía una supuesta inauguración “exitosa” de la Feria Nacional del Sarape 2025, acompañada de fuegos artificiales, discursos vacíos y presentaciones artísticas para la foto, la verdadera postal de Chiautempan se escribe con sangre horas previas a la inauguración a unas calles del auditorio municipal: un hombre de 65 años fue baleado y despojado de 190 mil pesos en pleno centro de la ciudad.
El ataque, perpetrado a plena luz del día por sujetos a bordo de una motocicleta amarillo fosforescente con blanco, se convirtió en el símbolo más contundente de una administración municipal cada vez más alejada de la realidad que vive su gente. Mientras la presidenta municipal hace alarde de su “apoyo a los artesanos” y la “reivindicación de la cultura local”, la violencia y la impunidad hacen su propia presentación en Chiautempan.
La víctima, que minutos antes había retirado el efectivo de una sucursal bancaria, fue interceptada y herida de bala frente al auditorio de la calle Bernardo Picazo, a horas previas que el municipio diera inicio a la feria “familiar y segura”. La policía municipal llegó tarde, como es costumbre, y sólo atinó a pedir una ambulancia.
El hombre sobrevivió, pero la herida más profunda la sigue cargando la ciudadanía: la falta de seguridad en un municipio donde los discursos bonitos no detienen las balas.
Las cámaras de videovigilancia captaron a uno de los responsables huyendo hacia Apizaco, pero, hasta el momento, no se ha detenido a nadie. Y aunque los funcionarios se llenaron la boca hablando de cultura y tradición, nadie ni la alcaldesa ni su séquito de invitados mencionó el hecho violento que marcó la jornada.
Silencio oficial. Omisión deliberada.
La feria, dicen, tendrá más de 75 actividades. Pero la actividad número uno, la que verdaderamente marcó el arranque de este evento, fue un crimen violento a escasos metros del corazón de la ciudad. Y mientras María León y Yahir se presentan, en Chiautempan, los hechos violentos van en aumento.
La administración de Blanca Angulo Meneses, envuelta en opacidad, no sólo ha fracasado en garantizar la paz en su municipio, sino que insiste en maquillar la realidad con espectáculos y eventos que, si bien pueden entretener por unas horas, no resuelven el problema de fondo: la creciente inseguridad que hoy tiene a Chiautempan al borde del colapso social.
La verdadera inauguración no la hizo ningún representante de la gobernadora Lorena Cuéllar. La hicieron dos delincuentes armados, ante la mirada impotente de un gobierno municipal rebasado
