Por: Alberto Amaro
La imprudencia al volante cobró una nueva víctima en Tlaxcala. Elementos del Servicio de Protección Federal (SPF) protagonizaron un trágico accidente la mañana de este viernes sobre la carretera vía corta Chiautempan–Puebla, a la altura del municipio de la Magdalena Tlaltelulco, donde un motociclista perdió la vida tras ser brutalmente impactado por una patrulla de dicha corporación.
Los hechos se registraron a escasos metros del establecimiento AutoZone, cuando la unidad oficial SPF-81-A8, según testigos presenciales, circulaba a exceso de velocidad y de forma temeraria, sin respetar límites ni condiciones del camino. El resultado: una motocicleta completamente destrozada y un cuerpo sin vida tendido sobre el asfalto.
De acuerdo con las primeras versiones, el conductor de la motocicleta fue lanzado varios metros debido al impacto, y a pesar de que paramédicos acudieron para brindarle auxilio, ya no presentaba signos vitales. La víctima quedó sin identificar en el lugar, ya que la magnitud del golpe dejó irreconocible tanto el cuerpo como el vehículo en el que se trasladaba.
Hasta el momento, se desconoce si el conductor de la patrulla ha sido detenido o presentado ante la autoridad correspondiente, lo que aumenta la preocupación de familiares, vecinos y testigos, quienes exigen transparencia y justicia.
Conductores sin experiencia al volante de patrullas
La Prensa de Tlaxcala pudo confirmar de manera independiente que el Servicio de Protección Federal mantiene una política de asignación de patrullas a personal sin experiencia en manejo defensivo, lo que no sólo pone en riesgo a sus propios elementos, sino que exponen directamente a la ciudadanía a este tipo de tragedias.
Esta redacción ha documentado casos previos donde personal mal capacitado o inexperto ha protagonizado incidentes viales graves, sin que hasta ahora se haya implementado un mecanismo efectivo de evaluación o rendición de cuentas. El silencio institucional ha sido la constante.
La víctima de este nuevo hecho fatal podría engrosar las estadísticas de impunidad, salvo que las autoridades estatales y federales asuman su responsabilidad y respondan con hechos concretos, no con comunicados vacíos ni evasivas.
En un país donde las corporaciones encargadas de la seguridad operan sin control ni vigilancia civil real, cada kilómetro recorrido por una patrulla puede convertirse en una sentencia de muerte.
