Ni inaugurada está, y ya fue saqueada. En un acto que exhibe la alarmante impunidad que se vive en Tlaxcala, la madrugada de este lunes 11 de agosto, delincuentes irrumpieron en la obra de la llamada Ciudad de la Cultura y Entretenimiento, ubicada en Amaxac de Guerrero, para llevarse un costoso equipo de topografía, dejando tras de sí daños, sangre y un mensaje claro: en el estado, el crimen actúa sin miedo.
Según los primeros reportes, los ladrones forzaron un cristal de un camper dentro del complejo en construcción, logrando entrar y apoderarse del equipo valuado en miles de pesos. Durante la fechoría, uno de los maleantes habría resultado herido, pues en el lugar se hallaron manchas de sangre, evidencia que podría ser clave para su identificación… si las autoridades realmente hacen su trabajo.
El robo fue descubierto por un guardia de seguridad privada durante su ronda matutina. Al ver el cristal destrozado y las huellas del delito, de inmediato dio aviso a las autoridades. Elementos de la Policía Municipal y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana acudieron a la calle Ignacio Zaragoza, donde se levanta el proyecto millonario, para iniciar las investigaciones y levantar evidencias.
Trascendió que las cámaras de seguridad de la zona podrían haber captado a los responsables. Sin embargo, en Tlaxcala ya es común que estos casos queden en el olvido, mientras los delincuentes siguen actuando a sus anchas.
Este hecho no sólo pone en duda la seguridad de una obra que aún no abre sus puertas, sino que también exhibe la falta de control sobre el crimen en una entidad que presume “tranquilidad” mientras la realidad cuenta otra historia.
