El ex presidente municipal de Apizaco, Julio César Hernández Mejía, enfrenta señalamientos públicos de operar bajo prácticas que podrían configurarse como trata de personas y violencia política contra las mujeres, tras el reciente cambio de militancia de la diputada federal Mariana Jiménez Zamora, quien dejó el Partido Acción Nacional (PAN) para incorporarse a Movimiento Ciudadano (MC).
La controversia fue expuesta en el espacio radiofónico del periodista Juan Becerra en Radio Fórmula, donde se cuestionó la legitimidad del cambio partidista de la legisladora. Según lo expresado en dicha emisión, Jiménez Zamora habría sido forzada a abandonar el PAN, lo que pone en duda tanto la autonomía de su decisión como la transparencia de los acuerdos políticos que posibilitaron su llegada a la Cámara de Diputados.
De acuerdo con lo señalado, Hernández Mejía, quien fungió como coordinador del PAN en Tlaxcala antes de renunciar a su militancia para sumarse a MC, habría presionado a los integrantes de su grupo político para seguirlo en este movimiento, incluyendo a Jiménez Zamora.
“No se quería ir, pero la obligaron… todavía sucede eso en nuestro país. El que la llevó la obligó; eso parece trata de personas”, se escuchó durante el análisis periodístico.
Además, se subrayó que la legisladora mostró inexperiencia política, pues tras su salida del PAN se presentó en distintas oficinas de sus ex compañeros para justificar su decisión, lo que fue interpretado como un acto de sometimiento político y personal.
Violencia política contra las mujeres
Los señalamientos cobran mayor relevancia en el contexto de la violencia política de género, reconocida por la ley mexicana como cualquier acción que limite o anule el derecho de las mujeres a ejercer plenamente su cargo público.
“La violencia no necesita ser física necesariamente; es también el sometimiento de la voluntad de una persona hacia otra, y eso es violencia. Aquí estamos frente a un caso presuntamente de violencia política contra una mujer”, se destacó en el análisis radiofónico.
Un patrón de prácticas cuestionables
La trayectoria de Julio César Hernández Mejía ya ha sido objeto de controversia en distintos momentos de la política tlaxcalteca. Su salida del PAN y llegada a MC no solo refleja un fenómeno de transfuguismo político, comúnmente conocido como chapulineo, sino que también plantea dudas sobre la forma en que se construyen alianzas y se negocian posiciones de poder, a menudo por encima de la voluntad individual y de los principios democráticos.
Este caso abre el debate sobre la necesidad de fortalecer mecanismos de protección para legisladoras y militantes, con el fin de garantizar que las mujeres participen en política con plena autonomía, libres de coacciones y presiones externas.
