En sus redes sociales de nueva cuenca no se observó un en vivo, versiones señalan que problemas con la botella podrían ser el causante de los dos accidentes en menos de dos meses
Por: Alberto Jordán
Un nuevo episodio de violencia contra la prensa en Tlaxcala involucra nuevamente al entorno del exdiputado local y exalcalde de Texoloc, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, quien en el pasado se ha autoproclamado defensor de derechos humanos, pero hoy aparece relacionado con agresiones y actos de censura contra periodistas.
La tarde del pasado viernes, reporteros de El Sol de Tlaxcala fueron agredidos físicamente y despojados de su equipo de trabajo cuando documentaban un accidente automovilístico en la carretera Tlaxcala–Texoloc.
El percance involucró una camioneta Chevrolet S10, modelo 2016, color negro y con placas de Tlaxcala, conducida por Miguel Ángelz, padre del exlegislador, quien habría chocado por alcance contra un vehículo MG gris.
Mientras las partes afectadas intentaban llegar a un acuerdo, un grupo de individuos identificados como empleados de la carpintería propiedad del señor Miguel Ángel, interceptó a los reporteros y les impidió grabar. La situación escaló rápidamente: uno de los periodistas fue golpeado, su teléfono celular fue arrebatado y lanzado al suelo, mientras los agresores exigían que no se transmitiera en vivo ni se publicaran las imágenes.
Los comunicadores se vieron obligados a retirarse ante las amenazas, y más tarde presentaron una denuncia formal ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) de la Fiscalía General de la República (FGR).
Un patrón preocupante
Este es el segundo accidente vehicular protagonizado por el padre del exdiputado en menos de dos meses, lo que levanta dudas sobre su estado físico y su capacidad para conducir.
A pesar de la reiteración de estos hechos, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes ha guardado un silencio absoluto, sin emitir pronunciamiento alguno ni realizar sus acostumbradas transmisiones en redes sociales, donde suele presentarse como un activista comprometido y crítico del poder.
La falta de respuesta y el patrón de agresiones apuntan a un intento deliberado de intimidar a la prensa y controlar la narrativa pública, una práctica recurrente entre figuras que se dicen defensoras de los derechos humanos, pero actúan en sentido contrario cuando son ellos o sus familiares quienes protagonizan los hechos.
Exigencia de investigación
Por la naturaleza de la agresión y las circunstancias en que ocurrió, es indispensable que la autoridad investigue no sólo a los autores materiales del ataque, sino también al posible autor intelectual, el exdiputado Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, cuya influencia política y económica en Texoloc podría estar siendo utilizada para obstaculizar el trabajo periodístico y garantizar impunidad a su entorno.
La agresión contra los reporteros de El Sol de Tlaxcala no es un hecho aislado, sino una muestra más de la vulnerabilidad y el riesgo constante que enfrentan los periodistas en la entidad, especialmente cuando exfuncionarios públicos o sus familiares se ven involucrados.
