Mientras mandos policiacos se paseaban en la paellas 2025 de la feria de ferias, en Apizaco los “cacos” hacen de las suyas
Apizaco volvió a quedar a merced de la delincuencia este 14 de noviembre. En cuestión de horas, dos comercios fueron blanco de asaltes brutalmente ejecutados, dejando como saldo a dos trabajadoras agredidas —una de ellas embarazada— y, como ya es costumbre, ningún resultado por parte de las corporaciones policiacas.
El primer ataque ocurrió alrededor de las 15:00 horas en la tienda Oxxo ubicada en la esquina de 20 de Noviembre y Francisco I. Madero. Dos sujetos ingresaron sin el menor sigilo; uno blandía un cuchillo con el que exigió el dinero de la caja.
Sin embargo, al enterarse de que el efectivo había sido retirado minutos antes, uno de los hampones descargó toda su furia contra las empleadas.
Brenda N., de 31 años, terminó con diversas heridas en el cráneo, producto de los golpes propinados por el agresor. Su compañera, Rosa Isela G., de 25 años y con embarazo en curso, sufrió una severa crisis nerviosa que obligó la intervención de paramédicos de Protección Civil Municipal.
Cuando la ciudad aún no asimilaba este primer hecho, otro asalto se desató horas después en la colonia Fátima, sobre la esquina de Héroe de Nacozari y Xicohténcatl. En esta ocasión, una pareja —hombre y mujer— armada con cuchillos irrumpió en un negocio y, actuando con sorprendente coordinación, sometió al personal para apoderarse del botín.
Lo que vino después revela la impunidad con la que opera la delincuencia en la zona: los responsables escaparon tranquilamente a bordo de un taxi balizado. El propietario del establecimiento intentó seguirlos en su camioneta, pero la pareja de asaltantes logró perderse sin dejar rastro, desapareciendo rumbo desconocido.
Mientras tanto, las autoridades municipales y estatales no registraron ni una sola detención, pese a que ambos ataques se cometieron en plena luz del día y en zonas transitadas de Apizaco.
La ciudadanía, una vez más, queda en el abandono y en la incertidumbre ante una ola de violencia que parece avanzar sin freno y sin respuesta oficial.
