Mientras la policía municipal de Tlaxcala celebra haber “frustrado” varios intentos de robo de vehículos durante la madrugada de este martes 4 de noviembre, la realidad es que ningún responsable fue detenido, y los presuntos ladrones lograron huir sin mayor dificultad.
De acuerdo con el propio reporte oficial, los hechos ocurrieron en distintas zonas de la capital, entre ellas las colonias La Joya y San Gabriel Cuauhtla, donde al menos tres vehículos fueron violentados por una supuesta banda de robacoches integrada por cinco hombres provenientes de un municipio vecino.
En el primer caso, registrado a las 03:48 horas en la colonia La Joya, dos sujetos intentaron sustraer un Chevrolet Aveo 2016. La llegada de los elementos municipales provocó que los sospechosos escaparan, pero el automóvil ya presentaba daños en la manija y el sistema de encendido.
Más tarde, otro vehículo fue hallado chocado y con huellas de manipulación en el fraccionamiento Tres Volcanes, y en San Gabriel Cuauhtla se reportó el robo parcial de un Pointer 2005, del que se llevaron un estéreo y una máquina de coser, objetos que, según la corporación, fueron recuperados.
Sin embargo, ni en uno solo de los casos hubo detenidos, pese a que los hechos ocurrieron con pocas horas de diferencia y en zonas vigiladas por el Centro de Control y Comando (C2).
La policía asegura haber “evitado la comisión de delitos y fortalecido la seguridad”, pero lo cierto es que las patrullas llegaron tarde y los delincuentes siguen libres. Una vez más, el éxito oficial se mide no por la captura de responsables, sino por la cantidad de comunicados que pueden redactar al amanecer.
Mientras tanto, los vecinos de Tlaxcala capital siguen expuestos, reforzando sus autos con bastones, birlos de seguridad o cortacorrientes, porque la vigilancia institucional no basta. Y aunque el ayuntamiento llama a denunciar, la ciudadanía ya se pregunta:
¿De qué sirve denunciar si los ladrones se esfuman y la policía solo reporta “intentos fallidos”?
