Por: Alberto Jordan
La secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, convocó a presidentas y presidentes municipales de Tlaxcala bajo el argumento de presentar la estrategia “Un Mundial para todas y todos”. Sin embargo, alcaldes asistentes señalaron que la verdadera intención fue operar políticamente y pedir respaldo para sus aspiraciones personales, utilizando recursos públicos federales como herramienta de presión.
Aunque Rodríguez Zamora habló de llevar la fiesta mundialista a los 177 Pueblos Mágicos y presumió el festival México de mis Sabores, varios funcionarios municipales describieron la reunión como un acto abiertamente proselitista, disfrazado de agenda institucional.
La funcionaria también promovió el programa Rutas Mágicas de Color, asegurando que “pinta futuro” y transforma comunidades. Pero, según los presentes, la secretaria insistió en “alinearse” con su proyecto político, en un mensaje que rebasó por completo los límites de una reunión de trabajo.
Este encuentro se da en medio del descrédito que persigue a Rodríguez Zamora, luego de que engañara a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al presentar como maestra a una mujer que no lo era, hecho que en círculos federales se considera una falta grave y una muestra del oportunismo de la funcionaria.
Para varios alcaldes, la intención de Rodríguez Zamora es evidente: usar programas federales, eventos internacionales y recursos públicos como plataforma para impulsar su sueño de ser gobernadora de Tlaxcala, aun a costa de manipular a los municipios y presentar como oficial un acto con fines electorales.
Mientras la secretaria presume “prosperidad compartida”, lo que dejó esta reunión fue un mensaje claro: la SECTUR federal está siendo utilizada como maquinaria política personal, y la funcionaria no tiene reparo en convertir el Mundial y los programas turísticos en moneda de cambio para obtener respaldo local.
