La inminente extinción del PRInosaurio

La historia moderna de México ha estado marcada por años de guerras internas y externas, derramamiento de sangre,exigiendo derechos, libertad y justicia, de pactos y traiciones,democracia y, sobre todo, llena de corrupción de personajes que buscaron perpetuar el poder en la figura presidencial, los malos gobiernos. Posterior a la revolución mexicana, se fundó en el año de 1929 el Partido Nacional Revolucionario (PNR) a manos del expresidente Plutarco Elías Calles; muchos historiadores mencionan que con la fundación del partido dio por finalizada la época de las revoluciones armadas para dar paso al México de las instituciones. Seguidamente, en 1946, bajo el expresidente Manuel Ávila Camacho, se refundó a lo que actualmente conocemos comoPartido Revolucionario Institucional (PRI).

Desde sus orígenes hasta la actualidad el partido se ha visto cubierto por actos de corrupción, derroche del erario,frivolidad, excentricidades, sindicatos con líderes que duraron durante años en el poder, corrupción y demás, todo ello fundado en el presidencialismo. Donde el presidente de México era el que tenía un poder absoluto sobre el país. Podía quitar y poner a gobernadores, diputados y senadores, utilizar del presupuesto como si fuera su cartera personal; el ser más poderoso incluso por encima de la ley, encima de la constitución política. Todo ello se fue desgastando poco a poco. La misma sociedad, diputados y senadores del PRI, y el contexto geopolítico pusieron las ataduras a los excesos y lujos que el mismo PRI había creado. Presumiblemente, durante 71 años se mantuvo en el poder presidencial hasta un breve “descanso” con la llegada de Fox (2000-2006) yCalderón (2006-2012).

Fue en el 2012 que, después de invernar, regresó el PRI recargado al poder con Enrique Peña Nieto. Quien aseguraba que esta nueva Era sería el Nuevo PRI. Y, sí, tuvo razón, pues, los derroches, corrupciones por miembros del partido, vidas lujosas que exhibían hacía los mexicanos, exceso del uso del estado se hizo más visible que antes, y un descaro con una risa de pillos. Por ejemplo, los exgobernadoresCésar Duarte (Chihuahua), Javier Duarte (Veracruz) y Roberto Borge (Quintana Roo) quienes se encuentran en prisión por cargos como enriquecimiento ilícito, vínculos con organizaciones delictivas y fraude a las arcas de sus estados, así como Rodrigo Vallejo, hijo de Fausto Vallejo, exgobernador de Michoacán. Asimismo, otros que se han salido con la suya como Rodrigo Medina (Nuevo León) y Andrés Granier (Tabasco) a quienes, con ayuda de jueces,les otorgaron la libertad absoluta de todas las acusaciones. Otro más, el exgobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, está prófugo de la ley. ¿Imagínense cómo era desde el inicio del PRI hasta el año 2000 cuando no existía la transparencia en la administración, rendición de cuentas y fiscalización de los funcionarios públicos, y un poder legislativo y judicial subordinado al presidente? ¡Una gandallería absoluta! La época de oro del Viejo PRI.

Esta era la cara del Nuevo PRI y es evidente que aún faltan más “delincuentes de cuello blanco” entre diputados federales y locales, senadores, exgobernadores, presidentes municipales y hasta regidores. Todos ellos están cavando el hoyo de la futura tumba del PRI. Sin embargo, el meteoro que se está aproximando con más intensidad para la extinción del PRInosaurio se llama Emilio Lozoya. Era exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal más grande del país, fue detenido en España a partir de una alerta de búsqueda y localización girada por la Policía Internacional(Interpol), en 190 países del mundo. A Lozoya se le acusa por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho, grave daño patrimonial a PEMEX, presunta participación de corrupción con la constructora brasileña Odebrecht. Lozoya declaró que las negociaciones con Odebrecht se realizaron para obtener recursos hacia la campaña presidencial de Peña lo que garantizaba que esa compañía se beneficiaría, con la llegada de Peña al poder, con su participación en México y lograr contratos en Pemex. De esas gestiones se obtuvieron 6 millones de dólares de los cuales fueron 3 millones de dólares para financiar la campaña política y el resto para Lozoya. La denuncia del exdirector de PEMEX delata todo el entramado de corrupción que se hacía en el viejo régimen con total impunidad y del desvió que hacían con el uso del dinero público para lo que querían, literalmente.

A pesar de ello, descaradamente, el líder del PRI, Alejandro Moreno, dijo que hay militantes de su partido que son “victimas” de los señalamientos de Lozoya y que cualquier tipo de corrupción es inaceptable. Asimismo, el excanciller y secretario de Hacienda, Luis Videgaray, respondió a las acusaciones de “falsas, absurdas y temerarias”. Por su señalamiento como uno de los principales artífices para el enriquecimiento ilícito a su favor y el de Peña, además de ser receptor de sobornos de la empresa Odebrecht y la compra del voto de legisladores para los cambios y, posteriormente, la aprobación de la reforma energética. También implicó a varios políticos relevantes como a los expresidentes Carlos Salinas y Peña, y al excandidato presidencial José Antonio Meade.

Todo esto es solamente la superficie, aún falta por esclarecer a profundidad el teatro que habían montado en el sexenio de Peña Nieto. Por ahora, el futuro del PRI de cara a las elecciones del 2021 es la derrota. Hasta el excandidatopresidencial Francisco Labastida aseguró que el PRI va hacía “una muerte anunciada” y que “Peña es el peor presidente emanado del tricolor”. Sin embargo, para fortuna de México,predijo un buen augurio: “¿por qué perdió simpatía, popularidad y preferencia entre la militancia y la ciudadanía? simplemente porque se lo ganaron con la corrupción que imperó en el sexenio pasado”. Ese mismo pensar lo tiene la sociedad mexicana y hasta algunos de su propia militancia.Lo único que ha hecho bien el PRI, para las y los mexicanos,es su esfuerzo y dedicación que por años ha realizado paraautoacabarse. Se han colocado un anillo de destrucción que es cuestión de tiempo para que hagan explosión los detonantes, lo tiene bien merecido. El meteorito se acerca para la inminente extinción del PRInosaurio. La entropía se acerca para el PRInosaurio. Aún hay esperanza para México.

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