Tarde pero sin sueño, el secretario de Gobierno del Estado (SEGOB) Sergio González Hernández, señaló que por instrucciones de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, se realizará una revisión exhaustiva a todos los policías estatales adscritos a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del Estado de Tlaxcala.
Primero fue el ex secretario de Seguridad Ciudadana, acosador y represor de periodistas Alfredo Álvarez Valenzuela, quien a su llegada y señaló en entrevista a este medio de comunicación venir limpio y no tener deudas con las Justicia, pero a los pocos meses después de traer a sus amigos a trabajar y de ordenar la detención del director de este medio de comunicación, tuvo que ponerse los tenis y huir de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), pues personal la FGR, se encontraban a las afueras de la SSC, para cumplimentar una orden de aprehensión en su contra por el delito de desaparición forzada.
El último nombramiento siendo el de Ramón Celaya Gamboa, atrajo los reflectores de medios de comunicación estatales y nacionales, pues Celaya Gamboa se le relacionaba a su esposa Maribel Cervantes Guerrero, ex colaboradora y mano derecha de Genaro García Luna, sentenciado en una corte de Estados Unidos, por diversos delitos.
Estos señalamiento poco les importó a SEGOB, así como el nombramiento de jefes policiacos siendo Cedillo González Iván, como director de inteligencia de la SSC y Roberto Sánchez Cigala como Director de Investigación de la SSC, este último detenido por elementos de la PGJE por el delito de extorsion agravada.
Este medio de comunicación realizó búsquedas abiertas sobre estos dos mandos y encontró que según notas periodistas ambos elementos habían laborado con Maribel Cervantes Guerrero cuando se desempeñó como Secretaria de Seguridad Pública del Estado de México, y eran señalados de encubrir y proteger a narcomenudistas y grupos delictivos, información que nunca tuvo en sus manos (SEGOB) de Tlaxcala, pero esta información pareciera que la desconocía Sergio González.
Lo anterior, demuestra que el Gobierno del Estado, tolera la comisión de actos delictivos, pues aún conociendo los antecedentes tanto de los secretarios de seguridad ciudadana y de los mandos, estos siguieron laborando.
