Sin duda alguna, el sector salud en Tlaxcala ha sido uno de los rubros donde existen más carencias, necesidades y problemas, pero no al grado de lo que sucede en seguridad pública.
Aun y con todas las deficiencias propias del sector, es válido reconocer los esfuerzos que ha hecho la autoridad estatal, sobre todo la Secretaría de Salud (SESA) del Estado para revertir estas situaciones.
Durante el segundo semestre del 2022 y el primero del 2023, en Tlaxcala se invirtieron 10.2 millones de pesos en 27 acciones de conservación, rehabilitación y mantenimiento de 10 hospitales que opera el sistema IMSS–Bienestar.
Además, y de manera histórica, la entidad recibió 931 equipos de cómputo que serán distribuidos en los 10 hospitales y 182 unidades de primer nivel del IMSS–Bienestar, para continuar con la implementación del SAI, que es el Sistema de Abasto Institucional, en las áreas de farmacia y almacén, lo que pone a Tlaxcala a la vanguardia a nivel nacional.
Gracias a ello y otras acciones más, el gobierno del presidente de México reconoció a Tlaxcala como uno de estados donde el IMSS-Bienestar registra avances trascendentes para garantizar el derecho a una atención médica de calidad, universal y gratuita.
La única forma de dar resultados y enfrentar el reto tan fuerte que atraviesa el sector salud, es con el trabajo coordinado entre el OPD Salud Tlaxcala, el IMSS-Bienestar y por supuesto con el Sindicato.
En un proceso tan importante como la transición del sector salud es importante garantizar que haya insumos médicos de calidad, así como los materiales necesarios que solicitan de manera puntual los trabajadores, quienes, lamentablemente, parecen responder más a los intereses de su dirigencia sindical, que al cuidado de su fuente de empleo.
Prestar un servicio de calidad a los tlaxcaltecas implica mejorar el mismo sistema de salud, pero lamentablemente, para muchos sindicalizados, lo más importante es acceder a privilegios como comidas, regalos, aumentos salariales y descansos.