El exabogado y cuidador de los Súper Rivera, Ricardo Rojas, ha vuelto a demostrar la prepotencia y altanería que lo caracterizan. De manera ilegal y sin contar con un nombramiento en el organigrama de la policía municipal de Apizaco, fue designado recientemente como encargado del área anticorrupción de la Dirección de Seguridad Pública, Vialidad y Transporte del Municipio de Apizaco.
Datos obtenidos por la Prensa de Tlaxcala revelan que Ricardo Rojas asumió el cargo de encargado del área anticorrupción de la policía municipal, con la responsabilidad de verificar que los elementos de la policía no incurran en actos de corrupción, en respuesta a las denuncias públicas por el mal desempeño de algunos uniformados.
Recientemente, el abogado “anticorrupción” intentó intimidar a familiares y al conductor involucrado en un accidente vial. Según la versión de uno de los afectados, Rojas se acercó a saludar a la otra parte involucrada en el accidente y luego se dirigió a ellos para intimidarlos, afirmando que, por órdenes del Presidente Municipal de Apizaco, Javier Rivera Bonilla, no se permitirían actos de corrupción. Al ser cuestionado, se hizo evidente que el tema no debería ser tratado con ellos, sino con los elementos de la policía.
Cabe destacar que se trataba de un acuerdo entre particulares en el que no participaban los primeros respondientes al accidente.
Lo cierto es que Ricardo Rojas se ha convertido en un personaje incómodo para aquellos policías corruptos que no se preocupan por la seguridad de Apizaco. Sin embargo, su actitud prepotente y su deseo de favorecer a uno de sus amigos podrían llevarlo al tráfico de influencias.
Es fundamental que, en primera instancia, se realice una modificación al organigrama para incluir su puesto de manera legal. Además, sería recomendable que asista a un curso de Derechos Humanos para aprender a tratar a los policías y ciudadanos de Apizaco con el respeto que merecen.