Durante la semana del 5 al 9 de mayo, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Tlaxcala (COEPRIST) intensificó su programa de verificación sanitaria con una serie de operativos en negocios dedicados a la venta de pollo, tanto crudo como cocido. Según datos oficiales, se inspeccionaron 20 establecimientos: 12 de pollo crudo y 8 de pollo cocido. El resultado fue contundente: ocho unidades fueron clausuradas por incumplir las normas sanitarias vigentes.
Las clausuras se distribuyeron de manera equitativa entre ambos tipos de establecimientos: cuatro pollerías de pollo crudo y cuatro de cocido. Las principales irregularidades detectadas incluyeron deficiencias en las condiciones higiénicas, malas prácticas en el manejo de alimentos, y ausencia de documentación obligatoria como licencias sanitarias y registros de procedencia del producto.
Aunque estos operativos forman parte de una estrategia permanente de vigilancia sanitaria en el estado, las acciones coincidieron con una controversia en redes sociales que encendió las alarmas entre algunos comerciantes. Días antes, el propietario de la cadena “Pollo Feliz” se volvió tendencia tras emitir comentarios en tono de burla hacia el estado de Tlaxcala, lo que provocó reacciones divididas.
Consulté a fuentes dentro de la propia COEPRIST para conocer si existía alguna relación entre esta polémica y los operativos recientes. La respuesta fue clara: no. Las inspecciones están programadas con antelación y responden a una política de salud pública, no a venganzas mediáticas ni actos de censura empresarial.
“La comisión realiza este tipo de operativos de manera continua en todo el estado, sin excepción ni preferencia. Nuestro objetivo es salvaguardar la salud de los consumidores, y no responder a provocaciones en redes sociales”, aseguró una fuente con conocimiento directo de las operaciones, quien pidió no ser citada por nombre.
Para quienes trabajan en el sector alimenticio, los operativos representan tanto una advertencia como una oportunidad para regularizarse. “Lo importante no es solo vender, sino ofrecer productos seguros”, me comentó un locatario del centro de Apizaco, que asegura haber pasado la verificación sin observaciones.
Por último, se sabe que la COEPRIST continuarán en las próximas semanas, reforzando su presencia en mercados, tianguis y locales establecidos. Mientras tanto, los negocios clausurados deberán subsanar las irregularidades para poder reabrir, siempre y cuando cumplan con los requisitos sanitarios establecidos.
