Maestros acusan de mentiroso y omiso al Secretario de Educación de Tlaxcala, Homero Meneses Hernández

Por: El pasquin


Promesas incumplidas, revictimización de menores y protección a agresores: el oscuro legado de quien aspira a gobernar Tlaxcala.

 

A más de dos años de haber prometido reformas para frenar las agresiones contra docentes en Tlaxcala, el secretario de Educación Pública del estado, Homero Meneses Hernández, enfrenta un creciente repudio por parte del magisterio, que lo señala no sólo de mentiroso, sino de hipócrita y doble cara.

En reiteradas ocasiones, el funcionario estatal se comprometió públicamente a presentar iniciativas que garantizaran mayor protección para las y los maestros ante casos de violencia verbal, física y emocional por parte de estudiantes, padres de familia y hasta otros docentes. Sin embargo, a la fecha, ninguna propuesta ha sido traducida en ley ni en acciones concretas.

“Se lava las manos y culpa a los demás”

Ante los cuestionamientos, Meneses Hernández ha intentado deslindarse, asegurando que el fracaso en las reformas es responsabilidad de los exdiputados locales, con quienes —según sus propias palabras— buscó establecer diálogo, sin obtener respuesta.

Para muchos docentes, esta actitud no es más que una estrategia cínica de evasión. “Las palabras de Homero Meneses se han ido al escusado”, denunció un profesor con más de 25 años de servicio, quien pidió el anonimato por temor a represalias. “Ya basta de discursos huecos. Queremos protección real, no promesas electorales”, afirmó con contundencia.

Indolencia ante el abuso sexual infantil

Las críticas contra el secretario no terminan ahí. Organizaciones de derechos humanos y colectivos de padres de familia también han levantado la voz ante lo que califican como una política de encubrimiento sistemático hacia profesores señalados por acoso y abuso sexual.

El caso más alarmante ocurrió en la telesecundaria José María Morelos y Pavón de Apizaco, donde una menor fue víctima de acoso sexual por parte de su maestro. A pesar de las denuncias y los testimonios, las autoridades educativas ignoraron la situación y permitieron que el agresor continuara en funciones, conviviendo a diario con la víctima y revictimizándola.

“Este caso demuestra la podredumbre del sistema educativo en Tlaxcala y la complicidad de sus autoridades”, denunció una madre de familia que ha seguido de cerca el caso. “El silencio y la omisión de Meneses Hernández lo convierten en cómplice”.

¿Gobernar Tlaxcala desde la mentira?

Las voces críticas coinciden en una preocupación común: la aspiración política de Homero Meneses Hernández, quien ha dejado entrever su interés por contender por la gubernatura de Tlaxcala.

“Si hoy protege a acosadores y abandona a los docentes, ¿qué podemos esperar si llega al poder?”, cuestionó otro profesor. “Su gestión ha estado marcada por la mentira, el encubrimiento y la traición a quienes confiaron en él”.

Lo cierto es que el descontento entre el magisterio y los sectores sociales va en aumento. Lo que alguna vez fue una promesa de transformación en el sector educativo, hoy se perfila como una administración caracterizada por la opacidad, el doble discurso y la ausencia total de ética.

La educación en Tlaxcala no necesita políticos que simulen interés. Necesita servidores públicos con valor, integridad y, sobre todo, compromiso con la niñez y los derechos humanos.

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