Por Alberto Amaro
La violencia se ha convertido en una constante en San Pablo del Monte, un municipio que parece condenado al abandono institucional y a la impunidad.
La tarde de este jueves, un joven de entre 20 y 28 años fue ejecutado de un disparo en la cabeza, a bordo de un vehículo gris, en plena vía pública. El crimen ocurrió sobre la calle Francisco I. Madero, esquina con Máximo Rojas, justo detrás de la iglesia del barrio de San Isidro Buensuceso.
Según informes obtenidos por La Prensa de Tlaxcala, el reporte fue canalizado a través del sistema de emergencias 911, alertando sobre una persona herida por arma de fuego.
Al llegar al lugar, paramédicos del CRUMT, confirmaron que el paciente masculino ya no contaba con signos vitales. El cual presentaba una herida por proyectil en el parietal derecho y se encontraba en el asiento trasero de un vehículo Nissan Platina color gris y hasta el cierre de esta edición el cuerpo se encuentra en calidad de desconocido.
Este nuevo asesinato se suma a una lista creciente de hechos violentos que han estremecido a los habitantes de este municipio fronterizo con Puebla. Lejos de ofrecer seguridad, las autoridades municipales parecen rebasadas, ausentes o incluso indiferentes ante una ola criminal que no deja de avanzar.
