Sin hacer nada y sin rendir cuentas, el magistrado presidente del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), Miguel Nava Xochitiotzi, se embolsó en 2024 la escandalosa cifra de 5 millones 199 mil 939.95 pesos, convirtiéndose en el funcionario mejor pagado de todo el estado, superando incluso a titulares de poderes y organismos con mayor carga de trabajo y responsabilidad.
El dato, revelado en el informe individual del Órgano de Fiscalización Superior (OFS), ha provocado una ola de indignación entre la ciudadanía, no solo por el excesivo monto que recibió, sino por la falta de transparencia y justificación de estos ingresos, en un órgano local con bajo nivel de actividad jurisdiccional.
Pero esto no es todo. Detrás de los millonarios ingresos de Miguel Nava se esconde un padrón de abusos, irregularidades y manejo arbitrario del poder, que exhiben con crudeza el deterioro moral y legal del Tribunal que debería velar por la legalidad electoral en Tlaxcala.
Abuso de recursos públicos: viajes, choques y gasolina a cuenta del TET
Uno de los casos más sonados y que ha sido ocultado a la opinión pública es el uso indebido de un vehículo oficial del Tribunal Electoral, que el magistrado utilizó para fines personales durante un viaje fuera del estado. El colmo: Nava Xochitiotzi lo chocó, y tanto la gasolina como el deducible del seguro fueron pagados con recursos públicos, es decir, con dinero del pueblo de Tlaxcala. Hasta el momento, nadie ha sancionado esta irregularidad y mucho menos se ha exigido la reparación del daño.
Resoluciones amañadas y desechadas por el Tribunal Electoral Federal
Otro aspecto gravísimo de su gestión son las resoluciones emitidas por el TET bajo su presidencia, muchas de las cuales han sido calificadas como ilegales por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Estas resoluciones han sido desechadas o revocadas por estar plagadas de inconsistencias jurídicas, lo cual deja en claro que el TET opera fuera del marco legal y bajo criterios políticos y personales, afectando la imparcialidad electoral en el estado.
Tlaxcala en crisis y el TET convertido en botín
Mientras Tlaxcala enfrenta carencias graves en sectores como salud, educación, seguridad y obra pública, Miguel Nava y su séquito despilfarran millones sin rendir cuentas. No hay pronunciamiento oficial del magistrado ni del Tribunal, a pesar de que las redes sociales y organizaciones ciudadanas exigen una revisión inmediata del presupuesto del TET y una auditoría especial sobre los recursos ejercidos por Nava Xochitiotzi.
Este nuevo escándalo desnuda el verdadero rostro del poder en Tlaxcala: funcionarios que hablan de legalidad y democracia, pero que en los hechos se comportan como si estuvieran por encima de la ley, saqueando recursos públicos, protegiéndose mutuamente y burlándose de la ciudadanía.
¿Hasta cuándo?
El caso de Miguel Nava Xochitiotzi no puede quedar impune. Su continuidad al frente del TET representa no solo una afrenta a la legalidad, sino una amenaza directa a la confianza pública en las instituciones electorales. Es hora de que se investigue a fondo, se finquen responsabilidades y se ponga un alto a quienes usan el cargo para beneficio personal.
Tlaxcala merece justicia, no simulación.
