La ola de inseguridad que golpea a Tlaxcala sigue creciendo y ya alcanzó a las propias oficinas gubernamentales. Esta vez, la delincuencia se llevó un automóvil del interior del estacionamiento del Archivo General e Histórico del Estado, ubicado en Apetatitlán, a plena luz del día.
El hecho ocurrió la mañana del miércoles 13 de agosto, cuando una trabajadora de la institución descubrió que su Chevrolet Beat, modelo 2018 y color gris, con placas XWE-614-C y una calcomanía de la “Ruta 66” en el medallón, había desaparecido sin dejar rastro.
Aunque el estacionamiento cuenta con guardias y cámaras de seguridad, el robo se consumó sin que nadie lo impidiera. Trabajadores del archivo fueron quienes dieron aviso a los números de emergencia 911, lo que provocó la movilización de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y policías municipales.
Los hechos fueron denunciados ante Fiscalía General de Justicia del Estado. Trascendió que la última vez que el vehículo fue detectado por los arcos SIMOPO, fue a las 12:37 horas en Villa Alta, dirigiéndose hacia San Martín Texmelucan, Puebla.
Este caso confirma que en Tlaxcala el robo de automóviles no distingue entre ciudadanos y funcionarios. Si un vehículo puede ser hurtado dentro de un inmueble del propio gobierno, bajo vigilancia oficial, queda claro que la delincuencia opera con una impunidad preocupante.
