Por: Alberto Jordan
El miedo se apoderó de la comunidad de San Pedro Muñoztla luego de que, en pleno día, hombres armados a bordo de una camioneta blanca desataron una ráfaga de disparos contra una vivienda, dejando la fachada destrozada y a los vecinos hundidos en el pánico.
El ataque, perpetrado alrededor de las 2:30 de la tarde, estremeció a las familias que escucharon cómo las balas golpeaban el zaguán del domicilio, un hecho que confirma lo que ya es evidente: Chiautempan se ha convertido en un foco rojo de violencia e inseguridad.
A pesar del despliegue de la Policía Municipal, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y hasta fuerzas federales, los agresores lograron escapar sin problema, como si tuvieran la seguridad de que nadie los detendría.
Vecinos denunciaron que la presidenta municipal, Blanca Estela Angulo Meneses, ha sido incapaz de garantizar la paz y seguridad de los chiautempenses, permitiendo que el crimen organizado actúe a plena luz del día.
“Ya no se puede vivir tranquilo, aquí cualquiera puede ser víctima”, expresaron habitantes indignados, quienes aseguran que las autoridades sólo llegan a acordonar la zona y tomarse la foto, pero nunca hay detenidos ni resultados.
El atentado dejó únicamente daños materiales, pero el terror y la incertidumbre permanecen entre los pobladores, quienes temen que estos hechos sean apenas el inicio de una escalada de violencia que el actual gobierno municipal ha dejado crecer.
Hoy, Chiautempan está en la mira: la violencia se ha instalado y la autoridad no puede (o no quiere) hacer nada para detenerla.
