Hace décadas, las pinturas rupestres de Atlihuetzia, en Yauhquemehcan, eran un orgullo turístico de Tlaxcala. Hoy, estas joyas arqueológicas están al borde de la desaparición. Ubicadas en un acantilado a solo 250 metros de la calle Independencia, el acceso a la mítica “Cueva del Diablo” es una odisea: senderos cubiertos de maleza, telarañas y un aire de desolación.
No solo el tiempo y los derrumbes amenazan este legado; la mano del hombre ha tallado la roca, borrando trazos milenarios. ¿Dónde está el INAH? ¿Dejaremos que este patrimonio se pierda en el olvido?
¡Es hora de actuar! Exijamos la protección y restauración de las pinturas rupestres de Atlihuetzia. Comparte y levanta la voz por nuestra historia. #SalvemosAtlihuetzia #PatrimonioEnPeligro #Tlaxcala


















