Inicio / Politica / Silvano Garay: vivir del erario sin trabajar, su único proyecto político

Silvano Garay: vivir del erario sin trabajar, su único proyecto político

Silvano Garay Ulloa vuelve a escena con la mira puesta en 2027, no por un proyecto para Tlaxcala, sino por la necesidad de seguir viviendo del presupuesto público. Su reciente discurso sobre encabezar una eventual alianza rumbo a la gubernatura ha despertado una ola de críticas que lo exhiben como un político sin resultados, sin base social y sin trabajo comprobable.

Actual diputado local por el Partido del Trabajo (PT), Garay Ulloa ha demostrado que su paso por el Congreso del Estado de Tlaxcala es absolutamente irrelevante. Desde su llegada al curul, su desempeño legislativo ha sido nulo: no hay iniciativas trascendentes, no hay reformas de impacto, no hay agenda, no hay defensa de causas ciudadanas. Su presencia se limita a ocupar una silla, cobrar una dieta y desaparecer del debate público.

Lejos de construir un proyecto propio, Silvano Garay ha hecho de la política una forma de subsistencia, dependiendo históricamente de alianzas oportunistas, acuerdos en lo oscuro y del cobijo de fuerzas con mayor peso electoral. No compite solo porque no puede: carece de respaldo ciudadano, estructura territorial y liderazgo real.

Desde distintos sectores políticos se le señala como un operador sin calle, sin trabajo de base y sin compromiso social, cuya permanencia en la vida pública no responde al mérito ni a resultados, sino a su habilidad para colgarse de proyectos ajenos y mantenerse dentro del reparto de cargos y prerrogativas.

Resulta cínico que quien no ha sido capaz de legislar, de rendir cuentas ni de justificar su salario como diputado, ahora pretenda encabezar una alianza estatal. Su historial revela una constante subordinación a intereses externos y una absoluta falta de aportaciones al desarrollo político, social o institucional de Tlaxcala.

Silvano Garay representa a una clase política acomodada, holgazana, que evita el trabajo, rehúye a la ciudadanía y prefiere vivir de acuerdos cupulares y del dinero público. Su discurso rumbo a 2027 no es una propuesta: es una maniobra desesperada de supervivencia política.

En un contexto donde Tlaxcala enfrenta retos reales y urgentes, figuras como Garay Ulloa encarnan todo lo que la ciudadanía rechaza: políticos que no trabajan, no rinden cuentas y no aportan nada, pero que insisten en mantenerse del erario como si fuera un derecho adquirido.

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com