¿Quién es el loco?

Por la mañana, como de costumbre acudí a mi lugar favorito para tomar una rica taza de café, ubicado en la colonia centro en el municipio de Apizaco.

Todos los días al tomar asiento un hombre de aproximadamente 1.60 de estatura complexión delgada, cabello corto ya pintado de canas por la edad, camisa blanca bañada de sudor y cambiado a un color gris o negro es difícil distinguir y pantalón café desgastado.

Casi todos los días se acuesta en la banqueta como si estuviera a la orilla del mar tomando el sol. Con el lleva bolsas de basura y una con una chamarra, la intriga crece día a día el verlo y saber que es dueño de terreno grande y con una gran plusvalía en municipio rielero, me hace pensar en lo monetario y no en cómo es su vida.

La intriga me llamo tanto la atención, que empecé a preguntar con vecinos del lugar ¿quién era él?, la respuesta fue, es el dueño del edificio.

Me quede sorprendido con la información obtenida.

En ese momento una mujer de aproximadamente 25 años de edad trata de esquivarlo pues el amigo Juan que así lo llamaremos se encontraba en el momento exacto de una siesta a mitad de la banqueta, repito como si estuviera a la orilla del mar. La joven mujer dijo “ahí este loco”, lo esquivo con miedo y siguió su camino.

Días pasados el amigo Juan, entablo platica conmigo entre su lucidez y según yo su locura, me dijo “YO SOY EL HOMBRE MAS FELIZ DEL MUNDO, NO PAGO LUZ, NO PAGO AGUA, NO ME PREOCUPA NADA, COMO DONDE QUIERO, NO ME INTERESA CAMBIAR DE ROPA, SOY MUY FELIZ”.

Me quede callado y a la vez reflexionando sus palabras. Entendí que “NADIE ES FELIZ CON LO QUE TIENE”, y que al igual que la joven mujer que días pasados lo llamo loco. Entendí que Juan vive la vida a su manera sin preocupaciones y esperando la hora para comer y la hora para dormir.

Mas sin en cambio los que supuestamente NO ESTAMOS LOCOS, andamos preocupándonos de generar dinero, de comprar el carro del año, de comer en un buen restaurante, de comprar los zapatos que nos gustaron, pero realmente nos olvidamos de vivir la vida, pues en ocasiones solo pensamos en generar en tener y en dar, pero NO en vivir la vida.

Una reflexión me dejo Juan, espero poder compartir más experiencias que la gente nos pueda regalar