Más de 6.5 millones adeuda Presidencia Municipal a los policías de Apizaco desde 2018

Bajo un ambiente de inestabilidad, de crispación, en una atmósfera de desconfianza generalizada, este martes por la mañana arribó el alcalde de la ciudad de Apizaco a las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública, Vialidad y Transporte –DSPVyT-, con escasa escolta y colaboradores; sin los habituales publicistas chayoteros que anunciaran como en pentecostés –en todas las lenguas posibles- la magnitud del evento: la entrega de uniformes sin bordado de personificación (muchos de ellos talla <borolas>, es decir, grandes), primera dotación que los oficiales recibieron con la emoción y el llanto contenido, en tres años de gobierno municipal. Ni por arrojo de temeridad se les informó del último bono –rasurado- para los elementos de seguridad aún sin aclarar; de 7 mil únicamente les entregaron 4 mil pesos.

Y es que en días recientes, debido a la inconformidad que desde 2018 ha generado el desvío de los recursos en el pago de los bonos de FORTASEG, programa operado por Sandra Netzáhuatl y Josué Yahir García quienes según refieren los oficiales denunciantes que pidieron la gracia del anonimato por temor a las represalias hacia ellos o sus familias por parte de los testaferros y sicarios del edil, se convocó de modo interno a un paro de actividades de los cuerpos de seguridad del municipio debido a que desde 2018 a un estimado de 220 policías les vienen recortando sus bonos de apoyo a la salud de 16 mil pesos para sus familias, la mitad les fue retenida; para el 2019 el Gobierno Federal les dotó de 6 mil pesos en tarjeta retroactiva y no se lo entregaron a todos, por reclamo de estas prestaciones en 3 años han dado de baja a 80 elementos; en este sentido a varios de reciente ingreso se les paga la mitad del sueldo “por novatos”, en lo que hacen méritos con los superiores, si protestan o no se alinean, simplemente los corren.

La gota que colmó el vaso el bono por 7 mil pesos que emitió el Gobierno Federal para los cuerpos policiacos, de bomberos, emergencias municipales y similares por enfrentar riesgos laborales de salud en periodo de pandemia. Esperemos que el alcalde no se lave las manos culpando al director Eduardo Villarreal Badillo ante tremenda infamia y desfalco hacia estos valerosos servidores que día con día exponen tanto su integridad como la seguridad de sus familias en la preservación de la seguridad de los habitantes de Apizaco.