¡ 800 millones de más a Prensa! Adiós pobreza…

 

Cortesía de Arturo Tecuatl

Mi mejor deseo para todo el gremio de comunicadores en esta etapa de cambios, algunos muy buenos, otros, de difícil comprensión y adaptabilidad, en esta época de la alta tecnología.

Felicitaciones porque al fin el gobierno federal se decidió a gestionar al gremio su correspondiente carné ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo cual es un acto de justicia porque antes que periodistas somos seres humanos, subcontratados, explotados, engañados, a veces defraudados, vulnerables al covid y a tantos males crónico- degenerativos que, contar con servicio médico del Estado es una bendición.

Aunque el gobierno de Lorena Cuéllar nada ha dicho al respecto. Seguramente porque prepara algo espectacular, histórico, inédito a los medios de información.

Aver, a ver, qué tiene entre manos esta administración estatal, que recién aprobó un incremento presupuestal de ¡800 millones de pesos a la Secretaría de Prensa y Relaciones Públicas! Con eso alcanza para levantar el hospital del periodista, para dar casa a cada uno de los cientos de integrantes del gremio y todavía sobra para crear una especie de beca -no chayote- que nos demuestre voluntad del gobierno de la 4a Transformación encabezado por la más popular de las mandatarias, la más votada, la de los abrazos más cálidos, la que ha sabido cómo construir una casta divina bajo las siglas de la 4T, la que se amachinó la Casa de Gobierno negándose a hacerla un centro cultural y recreativo para el Pueblo.

¿Y quién se va a gastar esa fortuna? Yo creo que la secretaria de Prensa y Relaciones Públicas, ya cuenta con todo un plan para aplicar ese tesoro con un criterio eminentemente social, que justifique semejante inversión.

Yo creo que ya cuenta con un Consejo integral de los tres poderes, del propio gremio, de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Pablo Gómez, no la local que, vale madres, del Órgano de Fiscalización Superior (OFS) para observar y sancionar el destino de cada peso de dicha fortuna.

Yo espero que nunca y bajo ninguna circunstancia lleguemos a enterarnos, por ejemplo de que la protagonista en este trance pudiera tener inversiones en sitios tan fifís como el fraccionamiento La Vista en Puebla, donde las casas se tasan en millones de dólares.

Insisto, yo creo que tan honesta como es, Lorena ya dio cuenta de esta soberbia cantidad de dinero al propio presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, garantizando que semejante paquetote de billetes no lo va a gastar en promocionar un evento tan obligadamente austero como su informe de gobierno, porque tal acción en estos tiempos no solo de austeridad republicana, sino franciscana -así lo hace AMLO en la administración federal sería una afrenta, un golpe bajo, miserable, ladrón, vil, maldito y asqueroso.

Ni por aquí me pasa lo de la mansión en La Vista. Solo recuerdo a quien hoy por hoy se halla bajo sospecha que, estos son otros tiempos. Hoy al que roba se le llama ladrón, lo obligan a resarcir el daño y lo mandan a la cárcel.

Si es buena o mala la política de comunicación social en Tlaxcala, eso lo dirán los ciudadanos, informados o manipulados. Pero, de que el gobierno tiene que explicar y justificar cada peso que va a gastar en este súbito incremento, monstruoso al área de prensa eso, eso no está a discusión. Ahorita regreso, voy a la Vista a ver a unas gentes pudientes, fifís y pedorras.