Tras marcarles el alto y no detenerse, se desata intensa persecución en contra de jóvenes, entre ellos menores de edad, los que recibieron disparos de uniformados, al final solo ofrecen disculpas a los agredidos.
La noche del miércoles, se registró una intensa persecución de un vehículo por calles de colonias capitalinas, donde elementos de la policía municipal y estatal persiguieron a un trío de jóvenes que se negaron a detenerse cuando fueron encontrados por uniformados, hecho que derivó en que el vehículo en el que viajaban recibiera al menos tres impactos de bala al circular por calles habitacionales.
Los hechos se registraron alrededor de las 23:00 horas, cuando de acuerdo con reportes, una patrulla de la policía capitalina marcó el alto a una camioneta particular que circulaba en calles de la colonia La Joya, la cual no se detuvo por razones desconocidas, prosiguiendo con su avance hacia la zona conocida como tres volcanes, donde fue perseguida por los uniformados.
Con el paso de los minutos, más unidades de policía, incluyendo elementos de la policía estatal se sumaron al dispositivo de seguridad, prosiguiendo los hechos hasta la colonia los Volcanes, siendo que sobre la calle Antonio Carbajal la camioneta recibió al menos tres impactos de arma de fuego detonados por los uniformados.
Finalmente, el vehículo logró arribar a un domicilio ubicado sobre la calle Bugambilias de la colonia IV señoríos, donde los tres ocupantes del vehículo, todos ellos jóvenes del sexo masculino, dos de ellos menores de edad descendieron para refugiarse en un domicilio, hasta el cual arribaron los efectivos policiales, llegando más de diez unidades de policía en la zona, causando alarma entre los vecinos que se percataron de las detonaciones realizadas en calles de la zona habitacional.
Tras varios minutos de discusión entre los uniformados y familiares de los jóvenes, además de la circulación de versiones que señalaban la presencia de armas de fuego entre los adolescentes, así como su posible participación en ilícitos, los uniformados no lograron justificar el despliegue y posible agresión, siendo increpados por los familiares por la hostilidad aparentemente injustificada.
Finalmente, la discusión se prolongó por tiempo considerable, donde los efectivos policiales pretendieron remediar la situación ofreciendo disculpas por lo sucedido y tratando de conciliar una posible reparación del daño causado a la camioneta por los impactos de proyectiles recibidos, causando que la molestia entre los agredidos y familiares acrecentara por el riesgo en el que habrían sido puestos sin aparente justificación.
