Por falta de gestión del área administrativa de la SSC, dicha dependencia sigue sin comedor, sin uniformes, sin papelería y las patrullas no cuentan con el servicio de cámaras y GPS
El director administrativo Daniel Herrera Carvajal, está más preocupado en andar de fanfarrón, armado y con vehículos oficiales que en hacer su trabajo para que la dependencia encargada en la prevención del delito en Tlaxcala dote de todos los recursos materiales a los policías estatales.
Pues a casi dos meses personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), siguen sin el servicio del comedor el cual en meses pasados fue presumido por la Gobernadora del Estado Lorena Cuéllar Cisneros, y ahora están sin operar esto derivado a la nula y lenta gestión de Daniel Herrera Carvajal.
Otro de los señalamientos es que las cámaras y el GPS de las patrullas siguen sin operar, lo que ha generado diversas problemáticas, un claro ejemplo fue un accidente en la que se vio involucrada una patrulla de la policía estatal en Apizaco, en la cual no se pudo visualizar los hechos en la cámara de la patrulla por qué no se pagaron a tiempo y ahora no sirven.
Otro de los problemas que trae en jaque a la SSC, es que los elementos de la policía estatal, son obligados en comprar insumos de papelería pues a versión de los uniformados el área administrativa lleva más de dos meses sin surtirlos, obligando a los policías hacer la cooperacha para comprar hojas, lapicera y hasta tóner para impresoras.
De vergüenza los elementos de la policía estatal, portan uniformes viejos y despintados esto a la falta de compra y gestión de Daniel Herrera, quien además presume ser intocable pues es amigo de la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Por último, los quejosos señalaron a este medio que el director administrativo Daniel Herrera Carvajal, solo se ve paseando en una camioneta propiedad del Gobierno del Estado, además de andar armado aún sin estar dentro de la licencia colectiva para la portación, y algo muy peligroso es que a quien han apodado el “nopal” no cuenta con el curso de formación policial, lo que pone en riesgo a la ciudadanía al portar un arma sin saberla utilizar.