Alfonso Durazo Montaño, el hombre que engañó al país en la lucha contra el inseguridad

Cada avance que se obtiene en la lucha contra la delincuencia, cada decomiso, cada detención, cada incautamiento que se logra en lo que va del gobierno de Sheinbaum y la gestión de Omar García Harfuch, representa una exhibición a la mala gestión de Alfonso Durazo Montaño, que habla de la permisión dada para delinquir a los grupos del crimen organizado y cárteles del narco

Por. J. Jesús Lemus

Como parte de la política institucional de la Cuarta Transformación, siempre se trata de culpar al pasado. Así lo hizo Andrés Manuel López Obrador y así lo hace la presidenta Claudia Sheinbaum. Siempre la responsabilidad es del pasado, sobre todo en materia de seguridad pública, en donde la Guerra Contra el Narco, versión 4.0, no se han logrado avances.

Claudia ha responsabilizado al pasado. Y el pasado inmediato señala la gestión de Alfonso Durazo Montaño, el actual gobernador de Sonora, pero que en los primeros 23 meses del gobierno del presidente López Obrador fue el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Cada avance que se obtiene en la lucha contra la delincuencia, cada decomiso, cada detención, cada incautamiento que se logra en lo que va del gobierno de Sheinbaum y la gestión de Omar García Harfuch, representa una exhibición a la mala gestión de Alfonso Durazo Montaño, que habla de la permisión dada para delinquir a los grupos del crimen organizado y cárteles del narco.

Solo hay que recordar cómo fue la salida de Alfonso Durazo Montaño del gabinete presidencial de AMLO, cuando se tuvo que separar del cargo por ineptitud, bajo el argumento oficial de ir en busca de la encomienda electoral de la gubernatura del estado de Sonora.

En medio de la crisis de seguridad pública que vivía el país, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, decidió presentar su renuncia. Esa fue la undécima dimisión que se presentó en el primer círculo de funcionarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, a solo un mes de cumplir dos años al frente de la administración pública federal.

La histórica cantidad de renuncias presentadas -en tan corto tiempo- por los principales hombres y mujeres de confianza del presidente podría ser intrascendente, aun cuando en el cúmulo de dimisiones dejaron su cargo cinco secretarios de estado: Josefa González Blanco Ortiz Mena, de la Semarnat; Carlos Urzúa Macías, de la SHCP; Javier Jiménez Espriú, de la SCT; Víctor Manuel Toledo Manzur, también de la Semarnat, y después Alfonso Durazo Montaño, de la SSPC.

Lo que en su momento fue realmente preocupante no fue en sí la renuncia al cargo de algunos de estos funcionarios, sino la forma en que se intentó matizar la salida, atribuyendo logros inexistentes solo con el afán de imponer su visión personal ante la evidente realidad nacional, como fue el caso de Alfonso Durazo, quien a pesar de la crisis de seguridad nacional se empeñó en señalar una serie de logros que solo existían en su imaginación.

En su carta de renuncia, presentada oficialmente al presidente López Obrador el 30 de octubre del 2020, Alfonso Durazo Montaño refirió que “se han ido dejado paulatinamente atrás los días más negros de la inseguridad”, refiriendo que “nuestro país registra ya una disminución sensible en 13 de los 17 rubros de la incidencia criminal que afecta más directamente a la población”.

Según el hoy ex secretario de Seguridad del gobierno federal que renunció al cargo para buscar la candidatura al gobierno estatal de Sonora, entre los rubros en los que se había bajado el índice delictivo destacó el robo de vehículos y a casa habitación, secuestro y asaltos a transeúntes, incluso –refiere en su carta de renuncia- que “durante el 2019 se logró un punto de inflexión en el número de homicidios dolosos”.  Igual que se argumenta hoy por parte de Omar García Harfuch.

Delincuencia al alza

Esos supuestos logros de la Secretaría de Seguridad durante los 23 meses en los que estuvo Alfonso Durazo Montaño al frente de la dependencia, los refirió él mismo tomando como base las estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Pero las cifras oficiales de los reportes mensuales del Informe de Incidencia Delictiva del Fuero Común que emite el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) decían lo contrario.

De acuerdo a los informes de Incidencia Delictiva de SESNSP, de diciembre del 2018 a septiembre del 2020, el índice de robo de vehículos creció en un siete por ciento con relación al periodo de diciembre del 2012 a septiembre del 2014, de la administración de Enrique Peña Nieto. Este índice en ese periodo de la Cuarta Transformación también fue mayor en un 11 por ciento con relación al periodo de diciembre del 2006 a septiembre del 2008, del gobierno de Felipe Calderón.

Por lo que hace al robo de casas habitación, que según Alfonso Durazo disminuyó durante su gestión al frente de la Secretaría de Seguridad, el índice registrado en los últimos 23 meses habría sido mayor en un 15 y 12 por ciento que los registrados respectivamente en los mismos periodos de los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Lo mismo se dijo respecto al delito de secuestro: durante la gestión de Alfonso Durazo como secretario de Seguridad, el índice de plagios a cambio de cobros por rescate creció en un seis por ciento con relación a los índices registrados en los primeros 23 meses de la administración de Enrique Peña Nieto, y fue mayor en un cuatro por ciento frente a los índices registrados en los primeros 23 meses de la administración de Felipe Calderón.

El punto de inflexión en los homicidios dolosos al que refirió Durazo Montaño, que semánticamente sería la aplanamiento de la curva ascendente, en realidad no fue tal; el número de homicidios por ejecución que se registró en el país durante los 23 meses gestión de Alfonso Durazo como secretario de Seguridad se mantuvo en el promedio mensual de entre los 2 mil 400 y los 2 mil 500 homicidios.

En diciembre del 2018, el primer mes de gestión del hoy ex secretario de Seguridad, se registraron un total de 2 mil 477 ejecuciones, la mayoría de ellas atribuidas a grupos del crimen organizado y a células de los cárteles de las drogas. La suma de homicidios dolosos registrados entre enero a diciembre del 2019 fue de 29 mil 457, mientras que de enero a septiembre del 2020 fueron 21 mil 879 personas asesinadas por ejecución.

El total de homicidios dolosos registrados en el país durante la gestión de seguridad de Durazo Montaño es de 53 mil 813, los que fueron 13 por ciento más que los homicidios registrados en los primeros 23 meses de gobierno de Enrique Peña Nieto, representaron más del ocho por ciento de los homicidios registrados en los primeros 23 meses de la administración de Felipe Calderón.

Durazo, candidato de Morena

Pese a los malos resultados que en materia de seguridad Alfonso Durazo dio al presidente López Obrador y a los mexicanos en general, este dejó su cargo para ser candidato del partido Morena a la gubernatura de Sonora. Esa fue la cuarta ocasión en que este ex funcionario federal asumió la bandera ideológica de un partido político para satisfacer sus aspiraciones políticas personales.

En 1973 comenzó a militar en el PRI, lo que le valió colocarse en diversos cargos del ámbito federal y del entonces Departamento del Distrito Federal (gobierno de la Ciudad de México). Como militante priista, en 1989 se convirtió en el secretario particular de Luis Donaldo Colosio, al que acompañó en su paso como dirigente nacional del PRI y luego como Secretario de Desarrollo Social, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

Su alejamiento del PRI se dio en el gobierno de Ernesto Zedillo, cuando Durazo Montaño fue vocero de la Secretaría de Gobernación, en la gestión del secretario Esteban Moctezuma, y un mes con Emilio Chuayffet Chemor. Tras renunciar al cargo de vocero y a la militancia priista, Alfonso Durazo reapareció en el escenario político como nuevo panista; en el 2000 se integró a la campaña de Vicente Fox y llegó a ser su secretario particular.

El romance con el PAN duró solo cuatro años. En el 2004 Durazo Montaño renunció a su cargo de secretario particular del presídete Vicente Fox, por confrontaciones abiertas con Martha Sahagún. En el 2006 se sumó a las filas del PRD y buscó inútilmente la senaduría por el estado de Sonora. También su asesor en el surgimiento del partido Movimiento Ciudadano y estrechó su cercanía con el fundador de ese organismo político, Dante Delgado.

Hacia principios del 2011, Alfonso Durazo se sumó al naciente partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), donde el fundador de ese instituto político, Andrés Manuel López Obrador, los designó -en el 2012- como coordinador en el estado de Sonora. Como militante de Morena logró ser diputado federal en el 2012 y senador por Sonora en el 2018, cargo en que estuvo solo tres meses y del que solicitó licencia para ser secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, donde estuvo desde el 1 de diciembre del 2018 al 31 de octubre del 2020.

Así, Alfonso Durazo aspiró y llegó a ser gobernador de Sonora, pero más allá  de los logros o retrocesos de sus gestión al frente de Sonora, este actor político será recordado en la memoria histórica de combate a la criminalidad, no solo como el secretario de Seguridad Pública que no pudo disminuir los índices delictivos -pese a tener todos los recursos para ello-, siempre será el hombre que dejó en libertad, por decisión personal, al narcotraficante Ovidio Guzmán López.

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