Si este 20 de enero se hubiera suscitado un sismo de 7.0 grados Richter con epicentro en el Estado de México, como lo indicaba el Macro simulacro, Tlaxcala hubiera tenido muchas pérdidas.
Este 20 de enero del 2020 se realizado a nivel nacional un macro simulacro, donde un sismo de 7.0 grados en la escala de Richter con epicentro en el Estado de México, demostraría si realmente estamos preparados para un fenómeno de dicha magnitud.
Pero lejos de irnos a la CDMX o alguna otra parte de la entidad federativa, evaluemos los pormenores de este ejercicio de prevención en Tlaxcala, donde hubo participación de varios negocios y dependencias, pero lejos de sumarse a este ejercicio, se vieron bastantes fallas y necesidades para que en el estado se pueda realmente avisar (fuera de las aplicaciones móviles) sobre un fenómeno de esta naturaleza.
La falta de altavoces con la alerta sísmica en dependencias y sitios públicos es reducido a perifoneos de personal con “conocimientos” en prevención de desastres, donde lejos de ayudar, estorban. No se ve una coordinación, la gente espera el clásico zumbido de la alerta sísmica,(esa que aparece en las aplicaciones móviles) sin embargo como salida al receso, una chicharra suena y los gritos de -sismo, guarde la calma, esto es solo un simulacro- deja ver la falta de protección civil en el estado.
Las áreas o puntos de reunión en algunos casos están mal señalados, pues se ubican a escasos cinco metros de edificaciones, lo que pone en peligro a los alterados afectados en una situación de riesgo real. Bueno, este ejercicio paso tan desapercibido para algunos, que funcionarios de palacio de gobierno, ni salieron, ni se preocuparon; con decirles que la dependencia de salud pública en el estado “evacuo” a su personal en la azotea del edificio, por que según ahí, es el punto re reunión.
Mientras en plazas comerciales realizaba un simulacro con heridos y toda la cosa, como si Tlaxcala concentrara gran número de gente es sus plazas comerciales “fifis”, donde unidades habitacionales y complejos escolares necesitan una verdadera coordinación y sufren más riesgo por el numero de personas en riesgo real, que ir a cuidar una plaza comercial.
En fin, me podría extender, pero en definitiva, a Tlaxcala le hace falta una verdadera educación de protección civil, con personal verdaderamente capacitado y que no solo por recibir premios alusivos sean encargados de la protección civil de un lugar (guiño , guiño Ayto de Tlaxcala), que esperamos en próximos simulacros nacionales se vea un cambio y no se estén “jalando los pelos” cuando el zangoloteo de la tierra les haga ver sus errores.
*Todos los derechos reservados para el Texto, fotos e ilustraciones por ©Fernando Camacho 2019. Queda prohibida toda reproducción sin el consentimiento, por escrito, por el autor.*