Don Pablo Jiménez, 23 años arreglando y restaurando Niño Dios

Con alrededor de 23 años reparando y restaurando Niño Dios en el Mercado Guadalupe en Apizaco, don Pablo Jimenez continua rescatando a esas figuras que fueron dañadas.

Cada 2 de febrero es una tradición de los afectos a la religión católica el llevar al niño Dios arregladito a la iglesia a ser bendecido, una tradición que viene en los textos de la Biblia donde ese día fue presentado Jesús de infante a la iglesia (en su caso sinagoga) donde se toma como un día de festejo y tamales.

Pero que pasa cuando la figura de este pequeñito sufre algún desperfecto o daños y el paso los años junto con el desgaste de la pintura o algunas partes de cuerpo empiezan a pedir “una manita de gato” un “retoque”; ahí es donde entra el trabajo de un restaurador.

Pablo Lucio Jiménez Pérez, originario de Apizaco, lleva aproximadamente 23 años reparando, restaurando y salvando a esas figuras del niño Dios que por descuido o por el paso del tiempo han sufrido algún desperfecto.

 

 

Dentro de un zapatería en el Mercado Guadalupe, don Pablo realiza estas reparaciones con ayuda de su esposa e hijo (que le empieza a tomarle gusto a este oficio), el zapatero con tres generaciones a cuestas, decidió, aconsejado por su esposa que viste a los niños, el adentrarse y reparar a los pequeñines.

Poco a poco con el paso del tiempo fue tomando experiencia y técnica al momento de reparar desde un dedo hasta un desperfecto mayor, ya que las imágenes no siempre son del mismo material, por lo que el proceso es diferente.

Los arreglos pueden tardar de media hora hasta varias semanas, así como el costo del trabajo, pues muchas veces el valor sentimental con estas piezas hacen que los clientes esperen y paguen esos trabajos.

Todo el año don Pablo Jiménez esta dispuestos realizar este trabajos, pero entre diciembre y enero el pedido de reparaciones es mayor por la presentación del niño ante la iglesia el 2 de febrero, día de la Candelaria.

*Todos los derechos reservados para el Texto, fotos e ilustraciones por ©Fernando Camacho 2020. Queda prohibida toda reproducción sin el consentimiento, por escrito, por el autor.*