Por mayoría de votos los legisladores locales aprueban la ley de movilidad, la cual no tiene ni pies ni cabeza, todo parece que fué a modo.
Para ser ellos los únicos facultados para prestar el servicio de transporte en la modalidad de plataforma digital, esta mañana en sesión ordinaria, diputados dieron luz verde a dichas reformas, esto entre confusión, vacíos e inconsistencias que aún mantienen en incertidumbre el destino de plataformas como Uber y Pronto en nuestro estado.
Con una mayoría de votos, se adicionan y reforman diversas fracciones de la ley de comunicaciones y transportes de Tlaxcala, las cuales se otorga el uso y explotación de las plataformas digitales a aquellos operadores que cuenten con una concesión debidamente expedida a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de Tlaxcala (SECTE) y además que cumplan con los requisitos solicitados por la dependencia gubernamental.
Estas adiciones dividieron notablemente el pleno en el congreso, pues en su oportunidad, legisladoras como María Isabel Casas Meneses , el mismo presidente de la mesa Omar Milton Avendaño y Maria del Rayo Netzahuatl se pronunciaron en contra, argumentando una monopolización de la prestación del servicio de transporte, lo que resulta inconstitucional y una violación del derecho al trabajo legal y digno de los ciudadanos.
Defendiendo esta ley, diputados como Víctor Castro López apoyaron dichas modificaciones argumentando que las plataformas de servicio de transporte privado son inseguras y dadas sus características, pueden ser usadas para la comisión de delitos, además se valen de la competencia desleal para quitar empleo a operadores del servicio público (hágame usted el favor!!!).
La participación extranjera para el manejo de estas aplicaciones tecnológicas, fué otra polémica, en el sentido de que podrán ofrecer el software para la operación y manejo de la plataforma, no así la prestación del servicio de transporte como tal.
*Todos los derechos reservados para el Texto, fotos e ilustraciones por ©Fernando Camacho 2020. Queda prohibida toda reproducción sin el consentimiento, por escrito, por el autor.*
