Con un minuto de silencio y macrosimulacro se conmemoran los sismos del 85 y 2017

A 34 y 2 años de los sucesos sísmicos, protección civil está preparada para cualquier emergencia.

Con un macro simulacro en Palacio de Gobierno encabezado por José Antonio Ramírez Hernández, titular de la CEPC, donde participaron empleados del edificio así como corporaciones de salvamento de Protección civil y de rescate se conmemoró el día Nacional de protección civil y de los sismos del 1985 y 2017.

Realizando un ejercicio donde se simuló un sismo de más de 8.0 grados Richter, con epicentro en las costas de Oaxaca a una profundidad de 40 kilómetros,

880 personas evacuaron el Palacio de Gobierno en un tiempo aproximado de dos minutos con 20 segundos, también se realizó el rescate de cuerpos, tanto con heridas leves, así como personas inconscientes para posteriormente ser atendidos a algún hospital cercano.

En esta actividad participaron 60 brigadistas, tres ambulancias de atención intermedia, cinco carros de bomberos, cinco patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), siete elementos de la Policía Turística, además de efectivos de la Guardia Nacional, Gendarmería y de la 23 Zona Militar.

Pero los nervios de algunos se noto en el rostro, el volver a recordar como se movía la tierra, los heridos quejándose, la gente gritando y el caos.

Levantar el rostro y ver los edificios religiosos y otro con cuarteaduras, piedras en el piso y el olor a desesperación en el aire.

Con un minuto y silencio y el toque fúnebre en el corazón autoridades y público en general rindieron homenaje a las victimas los sismos, que aun duelen, a presar de los años.

Para los que vivimos estos dos sismos, el de 1985 y 2017, aun se nos enchina la piel, se produce un vacío en la boca del estómago, al escuchar la actual alerta sísmica, donde una mañana del 19 de septiembre de 1985 a las 7:19 am movimientos oscilatorios y trepidatórios de 8.1 grados Richter sacudieron al país dejando devastación y muerte en la ciudad de México.

Pero no muy lejos de ese pesar, que comenzaba poco a poco a desaparecer y dejar de doler tanto, en 2017 un 19 de septiembre a las 13:14 horas un sismo de magnitud 7.1 volvió a abrir esa vieja herida, entre los límites de Puebla y Morelos, a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, y a 120 kilómetros de la Ciudad de México, la ruptura del sismo ocurrió dentro de la placa oceánica de Cocos por debajo del continente, a una profundidad de 57 kilómetros.

Puebla, Morelos y en alcaldías de la CDMX como Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán, Iztapalapa, Xochimilco y Álvaro Obregón, fueron las más afectadas donde inmuebles, vidas humanas se perdieron, sin duda el País sangraba, pero miles de mexicanos salieron a las calles a ayudar, a solidarizarse con quienes perdieron todo y por quienes prestaba sus manos y fuerzas al rescate de las personas atrapadas entres los escombros.

Me podría extender a varias páginas contando, lo se vivió, sufrió y capto este fotoperiodista en 2017, pero mejor hay que hacer lo posible por inculcar mejores bases en materia de protección civil, de como ayudarnos para ayudar, dejando esos ojos en las pantallas del celular y levantando la cara para poder ayudar y meter las manos.

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