Estos coloridos juguetes, elaborados con madera y decorados con diversos personajes, se han convertido en una tradición que niños y jóvenes disfrutan al girarlas con entusiasmo.
Las matracas se comercializan especialmente en esta época, y son un elemento característico que acompaña las actividades religiosas que es el silencio de las campanas , Los vendedores se preparan cada año para ofrecer estos productos que no solo divierten, sino que también forman parte de la cultura popular de la temporada.