Origen de la expresión: “No me salgas con que a Chuchita la bolcearon”.
Durante el Porfirianto, época de apogeo en las haciendas, una trabajadora doméstica de nombre Chuchita, quien prestaba sus servicios en una de ellas, fue enviada a comprar diversas provisiones para la familia.
Al regresar, se encontró con niños extremadamente pobres que la motivaron a entregarles todo lo que había comprado. Para justificar el porqué no llevaba nada, mintió que la habían bolceado (asaltado), lo cual no le creyeron, surgiendo así la mencionada expresión.